Porque aunque no lo creas estamos bajo el mismo cielo,
bajo las misma normas de la naturaleza,
bajo los mismos sentimientos, solo que con distintos lenguajes,
distintos lenguajes que ante determinados sentimientos solo tienen una forma,
una sola forma de manifestarse.
Una lagrima, una sonrisa...
Y asi como las nubes lloran cuando sienten dolor, tu y yo también.
Lluvia.
He aprendido tanto de tu amor al cielo, que por ti creo en un sentimiento eterno.
Amor.
Sentimiento celestial, sin fin.
Y es que dicen que el amor es como la gasolina, cuando se acaba se para el motor.
Y sé por las nubes que no.
Solo cuando baja el nivel de la gasolina, lloramos,
llueve.
Pero te juro, como las nubes al cielo, que si la gasolina se acaba.
Me muero.
Las nubes desaparecen, y no lloverá jamas.
Sigmund Olaf